EL CONCEPTISMO
El conceptismo
incide, sobre todo, en el plano del pensamiento. Su teórico y definidor fue
Gracián, quien en Agudeza y arte de ingenio definió el concepto como «aquel
acto del entendimiento, que exprime las correspondencias que se hallan entre
los objetos». Para conseguir este fin, los autores conceptistas se valieron de
recursos retóricos, tales como la paradoja, la paronomasia o la elipsis.
También emplearon con frecuencia la dilogía, recurso que consiste en emplear un
significante con dos posibles significados. Ejemplo:
Este es
soldado, así lo estuviera en las costumbres: no anduviera tan rota la conciencia.
(Soldado es el «militar», pero también el participio del verbo «soldar».)
Los efectos más
llamativos del conceptismo se consiguen, no obstante, por medio de la
acumulación de chistes conceptuosos, como en el soneto de Quevedo «A un hombre
de gran nariz»:
Érase un hombre
a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado.
érase una nariz superlativa,
érase una alquitara medio viva,
érase un peje espada mal barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,
érase una nariz sayón y escriba,
un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito,
los doce tribus de narices era;
érase un naricísimo infinito,
frisón archinariz, caratulera,
sabañón garrafal, morado y frito.
EL CULTERANISMO
Góngora escapa de la reunión donde aún en la escalera están Lope y Quevedo, sus enemigos literarios. |
El
culteranismo, representado por Góngora, se preocupa, sobre todo, por la
expresión. Sus caracteres más sobresalientes son la latinización del lenguaje y
el empleo intensivo de metáforas e imágenes.
• La
latinización del lenguaje se logra fundamentalmente mediante el uso intensivo
del hipérbaton y el gusto por incluir cultismos y neologismos, como, por
ejemplo, fulgor, candor, armonía, palestra.
• La metáfora
es la base de la poesía culterana. El encadenamiento de metáforas o series de
imágenes tiene el objetivo de huir de la realidad cotidiana para instalarnos en
el universo artificial e idealizado de la poesía.
Era del año la estación florida
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= era primavera
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en que el mentido robador de Europa
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Zeus raptó a Europa disfrazándose de toro
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(media luna las armas en la frente,
y el sol todos los rayos de su pelo),
luciente honor del cielo,
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los cuernos del toro forman como una media luna
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en campos de zafiro pace estrellas.
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el sol como un toro, simboliza la costelación zodiacal Tauro entre 20 de abril y 20 de mayo.
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[Luis de Góngora: Soledad Primera – Parte I]
DOS POEMAS PARA ANALIZAR
Uno de QUEVEDO
Es hielo
abrasador, es fuego helado,
es un soñado
bien, un mal presente,
es un breve
descanso muy cansado.
Es un descuido,
que nos da cuidado,
un cobarde, con
nombre de valiente,
un andar
solitario entre la gente,
un amar solamente
ser amado.
Es una libertad
encarcelada,
que dura hasta el
postrero paroxismo,
enfermedad que
crece si es curada.
Éste es el niño
Amor, éste es tu abismo:
mirad cuál
amistad tendrá con nada,
el que en todo es
contrario de sí mismo.
Otro de GÓNGORA
Mientras por
competir con tu cabello,
oro bruñido al
sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca
frente el lilio bello;
mientras a cada
labio, por cogello.
siguen más ojos
que al clavel temprano;
y mientras
triunfa con desdén lozano
del luciente
cristal tu gentil cuello:
goza cuello,
cabello, labio y frente,
antes que lo que
fue en tu edad dorada
oro, lilio,
clavel, cristal luciente,
no sólo en plata
o vïola troncada
se vuelva, mas tú
y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.